Pero cuando tú necesitas algo, estás triste, enojado, deprimido o necesitas un consejo; no hay palabras de aliento o de consuelo. Solo un "Ya supéralo, ni te hizo nada.", "Pinche emo, no hagas tanto drama" o "Me hablas cuando ya no estés de princesa". O simplemente te ignoran y se centran en ellos mismos.
No pasa solo en las películas.
Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia.